Continuando con los distintos mecanismos alternos de solución de conflictos, hoy nos corresponde tratar el arbitraje,  daremos su definición, la ley que lo regula en Colombia, los beneficios al acudir a esta herramienta, entre otros aspectos más.

 

¿Qué es el arbitraje?

 

Es un mecanismo alternativo de solución de conflictos (MASC), de rango constitucional, en el que un tercero imparcial y especializado, llamado árbitro, actúa como juez en la solución de una controversia, emite una decisión denominada laudo arbitral que tiene los mismos efectos legales de una sentencia judicial.”

 

El arbitraje es acordado voluntariamente por las partes que se encuentran en conflicto, acudiendo ante una tercera persona neutral y especializada que emitirá una decisión con fuerza de sentencia judicial, por lo cual es de obligatorio cumplimiento para las partes.

 

¿Cuál es la ley en Colombia que regula el arbitraje?

La ley que regula el arbitraje en nuestro país es la 1563 de 2012, en su artículo 3, definiendo lo que es el pacto arbitral y señalando que éste es un negocio jurídico a través del cual las partes acuerdan someter su conflicto al arbitraje.

El tercero ante quien someten el conflicto se denomina árbitro,  elegido por las partes por su experiencia en  el área del conflicto, expresando una decisión que es obligatoria y ejecutable  para ellas (laudo arbitral). 

 

¿Cuáles son los beneficios del arbitraje?

  • Especialización y competencia de los árbitros:  Las partes eligen árbitros (abogados), con amplios conocimientos sobre el área del negocio jurídico en conflicto (comerciales y laborales, generalmente), lo que asegura que el laudo arbitral se emita con una  gran comprensión del tema.
  • Confidencialidad: El arbitraje permite que la controversia se mantenga en la confidencialidad y privacidad, lo que garantiza la reserva y buen nombre de las partes implicadas.
  • Imparcialidad: Los árbitros son profesionales independientes con gran reputación jurídica.
  • Asertividad en las decisiones de los árbitros: Al contar con un conocimiento especializado (en áreas específicas del Derecho y con amplia práctica), los árbitros dictan laudos arbitrales asertivos y ágiles.
  • Autonomía: Las partes tienen la facultad para determinar procedimientos específicos, elegir el idioma, el lugar del arbitraje y la cantidad de árbitros.
  • Rapidez: Este mecanismo alterno permite solucionar las disputas más rápidamente que en un proceso judicial, reduciendo tiempo y gastos para las partes.
  • Plenos efectos legales: El laudo arbitral, como señalamos anteriormente, tiene fuerza de sentencia judicial, por lo que la decisión de los árbitros es obligatoria y de inmediato cumplimiento para las partes.

 

En la Ley 1563 de 2012 se encuentra todo lo relativo al arbitraje como mecanismo alterno para la resolución de conflictos que, como dijimos, es una herramienta  con muchos beneficios y de gran eficacia, evitando acudir al proceso judicial, evitando mayor tiempo para encontrar una solución y disminuyendo los costos de una larga disputa.

 

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