Tras largos debates y extenuantes discusiones que han realizado distintos sectores de la sociedad colombiana sobre la conveniencia o no de practicar la eutanasia bajo ciertas condiciones, y ante una total falta de legislación para la protección al derecho de morir dignamente, la Sala Plena de la Corte Constitucional se pronunció al respecto ampliando el derecho a pacientes no terminales.

 

¿Cómo se dio la eutanasia en Colombia?

En 1997 Colombia fue el primer país de América Latina en despenalizar la eutanasia, o derecho a morir dignamente,  tras un fallo de la Corte Constitucional en la que aprobaba la terminación de la vida a pacientes que padecían una enfermedad terminal, Sentencia C-239 de 1997, en la cual se acepta que la muerte digna es un derecho fundamental y que no depende del derecho a la vida. Pero no fue hasta abril del 2015 que se reglamentó en Colombia.  

 

¿Qué pasa en la actualidad con la eutanasia?

Ahora, 2021, con el nuevo pronunciamiento del alto tribunal, sentencia 233 de 2021, la eutanasia no es sólo para pacientes o enfermos terminales, sino para aquellas personas que padecen enfermedades incurables y graves.

 

¿Cuál es el fundamento de la Corte Constitucional?

La decisión está sustentada bajo el juicio que si un paciente sufre irremediablemente una enfermedad o lesión corporal que no puede soportar y no es curable, tiene el derecho a practicarse la eutanasia.

 

Del mismo modo, argumentan que “el derecho a la vida no puede reducirse a la mera subsistencia biológica, sino que implica la posibilidad de vivir adecuadamente en condiciones de dignidad”, por tanto,  el hecho que un paciente no  padezca una enfermedad terminal, pero que sí está padeciendo intensos dolores,  no puede limitar su derecho a la eutanasia obligándolo a seguir viviendo con lesiones corporales o una enfermedad grave e incurable que le ocasiona intenso dolor y sufrimiento.

 

¿Qué es una enfermedad terminal?

Enfermedad avanzada en fase evolutiva e irreversible con síntomas múltiples, impacto emocional, pérdida de autonomía, con muy escasa o nula capacidad de respuesta al tratamiento específico y con un pronóstico de vida limitado a semanas o meses, en un contexto de fragilidad progresiva”.

Esta definición acoge enfermedades como el cáncer, el sida, enfermedades avanzadas del corazón, del riñón, entre otras.

 

¿Quién decide si al paciente se le debe aplicar la eutanasia en estas condiciones?

Esta determinación debe ser tomada con base en las valoraciones de un comité médico y en la propia toma de decisión de la persona, después de sopesar los pros y contras de las distintas alternativas posibles.

 

¿Cuáles son los requisitos?

 Para solicitar el derecho a morir dignamente y poner fin a los intensos sufrimientos de un paciente terminal o ya sea por lesiones severas o enfermedades incurables, hay que seguir o cumplir los siguientes requisitos:

  • Que la decisión sea tomada por el paciente, sin que exista ningún tipo de coacción alguna.
  • Que el Comité Científico-Interdisciplinario para el Derecho a Morir con Dignidad, conformado por un médico especialista, diferente al médico tratante, un psiquiatra o psicólogo clínico y un abogado, después de recibir la solicitud evalúan la solicitud y aprueban el procedimiento, luego de constatar que dicha enfermedad o padecimiento no es curable.

 

¿Es exequible el artículo 106 del Código Penal?

El tipo penal que se describe en  este artículo es el homicidio por piedad y tiene condena de prisión, pero siendo exequible  en el caso del médico que realiza la eutanasia, porque:  no se incurre en el delito de homicidio por piedad, cuando la conducta (i) sea efectuada por un médico, (ii) sea realizada con el consentimiento libre e informado, previo o posterior al diagnóstico, del sujeto pasivo del acto, y siempre que (iii) el paciente padezca un intenso sufrimiento físico o psíquico, proveniente de lesión corporal o enfermedad grave e incurable”.

 

No es un tema fácil para todos, unos la aceptamos, otros no, porque para los primeros es una forma de aliviar el padecimiento de aquel paciente terminal o que padece una enfermedad grave e incurable que le produce intensos sufrimientos, ya sea físico o psíquico.